El legislador de la Unión Cívica Radical, José Cano, presentó un proyecto de ley en la Legislatura de Tucumán con el objetivo de prohibir el uso de teléfonos celulares y dispositivos móviles dentro de los establecimientos educativos de gestión pública y privada, desde el nivel inicial hasta el secundario. La iniciativa busca crear un ambiente de aprendizaje óptimo, reducir distracciones, y mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, al tiempo que aborda el creciente problema de la ludopatía entre niños, niñas y adolescentes.
Cano subrayó que la presencia de dispositivos móviles en el aula ha llevado a una disminución en la capacidad de atención y concentración de los estudiantes, lo que afecta negativamente su rendimiento escolar. "Cada vez es más alarmante el tiempo que los niños y adolescentes pasan frente a pantallas, lo que no solo disminuye su rendimiento académico, sino que también altera su comportamiento y bienestar emocional", explicó el legislador.
Además, Cano destacó la importancia de reducir la dependencia tecnológica que afecta la salud mental de los jóvenes, contribuyendo a problemas como el estrés, la ansiedad y, en particular, la ludopatía. "La prohibición de celulares en las aulas no solo mejorará el rendimiento y la interacción cara a cara, sino que también ayudará a combatir la ludopatía, una adicción que ha ganado terreno entre los más jóvenes debido al acceso constante a juegos online y aplicaciones que fomentan conductas adictivas", afirmó.
El proyecto de ley contempla la creación de un protocolo de resguardo de los celulares y dispositivos móviles en cada establecimiento, teniendo en cuenta la capacidad operativa de los mismos y brindando las máximas seguridades posibles. Además, se establecen excepciones a la prohibición del uso de estos dispositivos en casos de emergencia y con fines educativos, siempre que estén debidamente planificados y autorizados por las autoridades escolares.
Asimismo, el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación, será el encargado de implementar la ley y desarrollar programas de concientización sobre el uso responsable de la tecnología. Estos programas también incluirán alternativas educativas para el uso de la tecnología en el aula y mecanismos de supervisión y control.
La propuesta de Cano no solo apunta a mejorar el rendimiento académico, sino también a establecer límites claros y reforzar la autoridad de los docentes y directivos, que actualmente se ven desafiados por la presencia omnipresente de los dispositivos móviles en el aula. "Es fundamental que recuperemos el respeto por la autoridad educativa y que los estudiantes entiendan que el aula es un espacio de aprendizaje, no de distracción", concluyó Cano.
La iniciativa fue bien recibida por sectores de la comunidad educativa que comparten la preocupación por el impacto de los dispositivos móviles en el ámbito escolar y apoyan la implementación de medidas que promuevan un ambiente de aprendizaje más saludable y enfocado en el desarrollo integral de los estudiantes.